La cena fue una experiencia excepcional, con tapas deliciosas y un trato cercano por parte de Aitor, que hizo de nuestra velada una ocasión especial llena de risas.

La cama era muy cómoda y perfecta para descansar.

El dueño del hotel monta una fiesta en la fachada hasta la madrugada, lo que es una absoluta falta de respeto hacia los clientes. La insonorización es pésima y se escucha todo de las habitaciones vecinas. Además, no hay ascensor, lo que complica mucho la estancia si te toca en la segunda planta.

Nuestra estancia fue increíble, sobre todo porque el aire acondicionado en la habitación fue una salvación con el calor. La ubicación es perfecta para visitar los puntos de interés y pasamos un buen rato en la fiesta del 'viva viva' gracias al trato cercano de la familia del hotel.

Mi mujer dice que mejorar la insonorización sería genial para las familias con niños. A veces se escuchaba ruido de las habitaciones de al lado.

La habitación era muy acogedora y la cama increíblemente cómoda, ideal para descansar después de un día explorando la zona. Además, tener una nevera compartida fue genial para los snacks. Lo único un poco molesto fue que se escuchaba algo de ruido de las habitaciones de al lado, pero nada que arruinará la experiencia. En general, muy contentos con nuestra estancia.

Increíble! Atención excepcional, ambiente relajante, cenas divertidas y llenas de risas.

Recomendado para parejas que buscan un buen descanso

El chico que nos atendió era súper simpático, nos hizo sentir como si estuvieramos en casa desde el primer momento. La habitación era muy acogedora, ideal para descansar después de un día explorando.

No fue muy barato, pero aún así, el precio era aceptable.

Una experiencia encantadora con un toque especial

Aunque el hotel no fue perfecto, la cena fue increíble. Aitor, el camarero, hizo que la velada fuera memorable con su amabilidad y humor. No te pierdas probar sus tapas, son deliciosas. Recomendado para disfrutar de un ambiente cálido y acogedor.

El Yedron tiene un ambiente acogedor y una energía encantadora durante la noche. Aitor, el camarero, aportó mucho al toque del lugar con su humor y amabilidad. Las tapas que ofrecieron eran deliciosas, especialmente las papas fritas, que estaban para chuparse los dedos. Sin embargo, la insonorización de las habitaciones no era la mejor. Se escuchaba un poco el ruido de la calle y de otras habitaciones. Además, la falta de un ascensor es algo que puede complicar un poco si te alojas en la segunda planta. A pesar de esos detalles, la experiencia culinaria compensó en gran medida las incomodidades.

Este lugar me va perfecto y tiene todo lo que necesito, wifi, bar, salón de entretenimiento y aire acondicionado. Recuerdo que en mi primera estancia el personal me ayudó con mis padres ancianos. ¡Vuelvo en unos días!

La cama era muy cómoda, ideal para descansar. La única pega fue la mala insonorización. se escuchaba todo de la habitación vecina. Disfrutamos de una noche de karaoke, lo pasamos genial.

Buff! La experiencia gourmet en Aldeanueva de la Vera fue un festín. Los cereales por la mañana eran un verdadero manjar, perfectos para comenzar el día. La cama era tan cómoda que te invitaba a quedarte un rato más, y tener nevera compartida fue un lujo para tener snacks a mano. Además, la amabilidad del personal hacía que te sintieras como en casa.

El único pero es que la insonorización no era la mejor, se escuchaba un poco todo de la habitación del lado. Y el aparcamiento se complicaba un poco, pero al final, nada que no se pueda resolver con un poco de paciencia. Todo brillaba a pesar de esos detalles.

La conexión Wi-Fi era buena. Aitor estuvo siempre pendiente en el bar, atención increíble.